En el habitual ejercicio
de pronóstico del PIB-real de Colombia, se ha vuelto rutinario que el mayor
error provenga del rubro de la construcción, particularmente en su componente
de obras civiles. Esta dificultad tiene que ver con la forma en que se construye
el Indicador de Inversión en Obras Civiles, el cual contabiliza los desembolsos
(reales) de los proyectos, donde se mezclan peligrosamente conceptos de caja
con los de causación. Si existiera un centro de información sobre causación,
dicho IIOC estaría reflejando más fidedignamente lo que ocurre con la verdadera
dinámica del sector, en vez de estar guiado por la volatilidad que muestran los
pagos una vez se van liquidando los llamados hitos fiduciarios.