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Sistema Financiero Colombiano en Cifras - Mayo de 2013

En mayo de 2013 los activos totales presentaron un crecimiento real anual de 15.08%, ascendiendo a $915.57 b. Las entidades vigiladas fueron las que más aportaron al incremento registrado en el mes más reciente, cuyos activos aumentaron $68.76 b y se ubicaron en el mes de referencia en $493.67 b. Por su parte, los fondos administrados presentaron una expansión en sus activos por $66.81 b frente a mayo de 2012, lo que les permitió alcanzar en igual mes de 2013 un saldo de $421.89 b. http://superfinanciera.gov.co/ComunicadosyPublicaciones/comsectorfinanciero052013.pdf

Índice de Costos de la Construcción Pesada

En junio de 2013 la variación mensual del ICCP, fue -0,05%, tasa superior en 0,06 puntos porcentuales, con respecto a la registrada en el mismo mes del año anterior (-0,11). Para el sexto mes de 2013, el único grupo de costos que presentó una variación inferior la media fue Materiales con -0,17%. http://www.dane.gov.co/daneweb_V09/files/investigaciones/boletines/iccp/cp_iccp_jun13.pdf

Precios del petróleo y la revolución extractiva

Estados Unidos completó casi dos décadas de pruebas-error y ahora de interesantes aciertos en materia extractiva, dando origen a lo que se conoce como la revolución del shale-gas-oil. Esta sobreoferta de crudo ha implicado diferenciales Brent-WTI ampliados, ante las dificultades en el transporte del interior a las costas americanas. Anif considera que, durante 2013-2014, el BRENT promediará US$103/barril y el WTI unos US$94/barril. También suponemos que ocurrirá un estrechamiento en el diferencial BRENT-WTI gracias a: i) mejor movilización de los inventarios en Oklahoma por vía férrea; ii) aumento en demandas para refinamiento en los Estados Unidos; y iii) la reversión en el flujo del oleoducto Seaway. http://anif.co/sites/default/files/uploads/Jul18-13.pdf

La pésima enseñanza de la economía

Tomado de Opiniòn La Repùblica, jueves 4 de Julio de 2013
Jorge Iván González
En el último mes Cecilia López ha abierto un debate muy interesante sobre la enseñanza de la economía. López retoma algunos elementos críticos planteados por los estudiantes franceses. La enseñanza de la economía no está respondiendo a las necesidades de la sociedad. Y, además, no reconoce que todo discurso económico es intrínsecamente ético.
 
En su respuesta a Cecilia López, la decana de  Economía de la Universidad de los Andes, Ana María Ibáñez, muestra que en su Facultad el porcentaje de profesores dedicados a la historia, al pensamiento económico, y a los temas no convencionales, es relativamente alto. Esta respuesta que hace énfasis en los aspectos administrativos, deja de lado una reflexión conceptual más sistemática. El tema de los contenidos es fundamental y esta discusión debe ser más explícita. Estoy de acuerdo con Cecilia López en que no son adecuados ni los contenidos ni los métodos de la enseñanza. Destaco los siguientes problemas inherentes a la enseñanza actual de la economía:
 
Absolutización del libro de texto. La enseñanza de la economía le ha dado una importancia desproporcionada al libro de texto. El efecto correlativo de esta opción es el desprecio por la lectura de autores. Se ha llegado hasta el punto de graduar economistas que nunca han leído a Marshall, Keynes, Arrow, Hicks, para solo mencionar cuatro grandes maestros. Como el libro de texto ofrece todos los niveles (micro I, II, III..., macro I, II, III...), se piensa que el conocimiento de los autores es irrelevante.
 
La separación artificial y dañina entre la micro y la macro. Los problemas económicos son integrales y, por tanto, esta división no debería existir. Esta fractura entre la micro y la macro que se generalizó desde la segunda mitad de los años 70s, no ha permitido tener una comprensión de los problemas relevantes.
 
La pretensión de la neutralidad valorativa. La teoría económica es, por naturaleza, ética. Este principio que es clarísimo en los grandes maestros del pensamiento económico, ha sido dejado de lado en la enseñanza, hasta el punto de creer que la economía es una ciencia dura, libre de valores.
 
La no-incorporación de las nuevas versiones de la teoría económica. Las universidades suelen ser excesivamente conservadoras, y a pesar de que varios de los últimos premios Nobel están proponiendo metodologías y enfoques distintos, la enseñanza sigue anclada en el mundo marginalista, expresado a través de derivadas parciales, de los años cincuenta. No se observan cambios en el pensum. Hay temas fundamentales que no se han incorporado a la enseñanza. Me refiero a dos: la geografía económica (Krugman) y el diseño de mecanismos (Hurwicz). Los premios Nobel en estas áreas han sido relativamente recientes. Nunca se incorporaron en la enseñanza básica porque su visión de la sociedad y el mercado revienta los modelos de equilibrio.
 
Hace falta interdisciplinariedad. La teoría económica contemporánea no puede avanzar en las discusiones relevantes sin la colaboración de las otras áreas del conocimiento. El ejercicio interdisciplinar no ha sido la práctica usual. La teoría económica ha sido autosuficiente y pretende pensar los problemas por fuera de las otras disciplinas.
 
La enseñanza de la economía va mal. Es necesario replantear los contenidos de manera radical. En Colombia la discusión sobre el tema no avanza, y los profesores ni los estudiantes no parecen estar interesados en el asunto. Esta constatación es preocupante porque no tenemos respuesta a la pregunta fundamental, que ya se hacían los pensadores socráticos: ¿cómo convertir la riqueza en felicidad? Nunca antes el país había tenido tantos excedentes (reservas, regalías, ahorro pensional, inversión extranjera...), y hemos sido incapaces de transformar esta riqueza en felicidad. Los síntomas de enfermedad holandesa son claros y los territorios mineros sufren los males propios de las economías de enclave. Mientras tanto, el Ministro de Hacienda insiste en las bondades de la regla fiscal, que la endiosa como la expresión suprema de la ciencia. Visto desde el ángulo de pensadores como Hayek, la regla fiscal no sería más que un artificio de la ingeniería social. Desgraciadamente, en las facultades de economía la regla fiscal se enseña como si fuera la verdad suprema.

¿Cómo mejorar el desempeño de mi junta directiva?



Una de las causas más imperceptibles de los grandes fracasos empresariales se debe a una débil configuración institucional, o sea, a un gobierno corporativo pobre, en el que las juntas directivas se llevan los laureles por su bajo desempeño.
Una buena junta directiva es factor determinante para el alto desempeño de una empresa.
Ram Charan, en un muy interesante artículo denominado Why Companies Fail, señala como una de las causas más comunes en los colapsos de empresas como Enron, Arthur Andersen, Global Crossing y Lucent, las juntas disfuncionales. Eso suena lógico.
No obstante, es poca la atención que le prestamos en nuestras empresas al funcionamiento de ese organo.
Siguiendo dicho artículo, una de las causas más imperceptibles de los grandes fracasos empresariales se debe a una débil configuración institucional; o sea, a un gobierno corporativo pobre, en el que las Juntas Directivas se llevan los laureles por su bajo desempeño.
Lo preocupante es que las inconvenientes de las Juntas Directivas suscitan poco interés y entusiasmo en los gerentes; se percibe cierto desanimo a la hora de generar cambios.
Y la razón es simple: afecta la estructura de poder de la organización.
Sin embargo, no detectar a tiempo luchas internas de poder o sistemas de cuotas que le restan independencia a la Junta puede tener consecuencias desastrosas.
¿Cómo podemos mejorar el desempeño de nuestras juntas directivas?
Regla No 1. Hay que devolverle a la junta directiva su papel natural: la deliberación ordenada y preparada de sus miembros. Este hecho implica dos supuestos fundamentales: que los miembros estudien y lleguen preparados a la junta, y que cuenten con la experiencia necesaria.
Participar de una junta directiva es como dictar una clase. Es necesario preparar el tema, anticipar posibles preguntas que surjan en clase y, sobre todo, entender que hay una proporción entre la hora dictada y las horas de preparación.
En cuanto a las juntas directivas, es fundamental que el material se envíe con antelación y que los miembros se hagan preguntas sobre la compañía, el sector, el momento de la economía o las disyuntivas estratégicas por las que está atravesando la organización.
Ser miembro de junta es una tarea profesional de enorme responsabilidad. No es para aquel que tiene tiempo “extra” o tuvo mucha experiencia profesional.
Es para personas ocupadas, inmersas en el mundo de la competitividad, estudiosas, reflexivas y con experiencia directiva.
Regla No 2. Evitar las juntas “libreteadas”.
Es usual ver a los gerentes preparar con mucho tiempo sus juntas, sus presentaciones y ensayar largas horas con su equipo de dirección para que todo quede con respuestas claras y precisas.
El error está en que el exceso del Power Point puede terminar ahogando la deliberación. Hoy en día, la gran amenaza para una buena junta directiva es la magistralidad de los gerentes.
John Smale, ex CEO de Procter and Gamble, describe esta situación de manera muy precisa: “Los miembros de junta directiva saben muy poco de la empresa y se quedan con lo que les cuentan sus directivos”. La razón es simple: es tal el volumen de información que no queda mucho espacio para hacer preguntas.
Como diría Charan, los CEO quieren convertir las juntas directivas en un paseo triunfal. Y evitan, ante todo, las malas noticias y las dificultades.
Regla No 3. Es clave que la nominación de los miembros y del gerente garantice independencia y objetividad. Uno de los mecanismos para lograr este objetivo es el comité de nominaciones, puesto que gracias a este se evita que la selección de miembros obedezca a criterios como el ‘amiguismo’ o las referencias, y se de más por las dinámicas y necesidades estratégicas de la compañía.
Esta mala práctica genera “mangüalas” con el gerente y reciprocidades que empañan el análisis serio y constructivo. Además, desdibuja uno de los principales principios del gobierno corporativo: el deber de los miembros de junta de representar y defender los intereses de la empresa y sus accionistas como un todo.
Regla No 4.
Construir colegialidad y unidad en las decisiones, aunque sea lo más difícil. Así como se requiere unidad de propósito, respeto y confianza, es fundamental que en las juntas directivas las diferencias se vean desde la lógica de un gobierno colegiado, en donde una vez se ha tomado la decisión, así esta no sea compartida por todos, los miembros cierran filas y la apoyan.
Regla No 5. Cuidar la agenda y el tiempo de las sesiones. Una junta directiva no puede seguir la lógica de la efectividad de las reuniones. Si bien sus tiempos no pueden ser interminables, el análisis de muchos temas requiere de maduración.
La dificultad radica en la fijación de un orden del día de 8 o 10 puntos para evacuar en dos horas, dejando la decisión fuerte y trascendental en el punto de Proposiciones y Varios, cuando todos los miembros ya tienen la presión del reloj y deben partir.
Estas razones nos llevan a pensar que pasamos mucho tiempo pensando en la cara visible de la empresa: clientes, proveedores o empleados, y rara vez nos preguntamos cómo mejorar la cara invisible de la empresa, donde se gesta el éxito o el fracaso de la misma: en su junta directiva.
Fuente:  Bolsa de Valores de Colombia