Los TLCs tienden a generar oportunidades
para crear nuevas cadenas de valor, aprovechando las ventajas comparativas. En
ello radicó el éxito de México con su Nafta durante 1994-2007, el cual parece
inclusive estar teniendo un segundo aire al estar penetrando el mercado de
China de mejor manera que Brasil durante 2009-2013. El problema para Colombia
es que replicar ese tipo de éxitos supone tener una base productiva cerca de
las costas y con encadenamientos regionales, los cuales no parecen estarse
dando en Colombia (..baste con revisar el fracaso en generar corredores de
transporte integrado desde el centro del país hacia la costa norte o hacia el Pacífico).
Es claro que las posibilidades de lograr una re-estructuración industrial
dependerá de trabajar exitosamente en la llamada agenda transversal, incluyendo
allí: la dotación de mejor infraestructura, abaratamiento en los costos de
energía-transporte, y mejor educación aplicada a los procesos productivos.